Cuando el punto de vista está en el cielo
Por Víctor Ruíz
En Perú, se encuentran las pampas de Ingenio, Nazca, Palpa y Socos. He aquí una zona indómita, un paraíso perpetuo, un regalo para la vista. Desde cualquier punto elevado, los ojos se entumecen por las vistas de una hermosura fastuosa y cargada de tranquilidad, salpicada por el color verde de los árboles autóctonos.
Ciertamente, en estos parajes habitaron muchas culturas durante milenios,(olmecas, mayas, incas, aztecas...) que supieron convivir con lo que les rodeaba casi en simbiosis. Cada una de estas ancestrales culturas legaron a las generaciones siguientes una cantidad de sabiduría y conocimientos sobre el mundo que aún hoy nos sorprenden por su extrema exactitud, a la espera de confirmarse otros datos más o menos conocidos. Aún así, la cultura Nazca, dejó en este terreno algo que aún hoy despierta el entusiasmo de muchos investigadores y científicos del mundo: las líneas de Nazca.
Éstas líneas se hallan en el desierto de Nazca, una tierra entre negruzca y rojiza que, casi mágicamente, se torna violácea al anochecer. Un semicírculo de cerros en la lejanía conforman un gigantesco anfiteatro natural abierto hacia el poniente. Estas trazadas están compuestas por varios cientos de figuras que abarcan desde diseños tan simples como líneas, hasta complejas figuras que representan animales, albergando una anchura que oscila entre los 4 y los 21 dm. En esta región miles de líneas se extienden por 520 km², y algunas incluso se prolongan hasta un área de 800 km².
Llama especalemente la atención una cosa: técnicamente, las líneas de Nazca son perfectas. Las rectas encierran una perfección con unas pequeñas desviaciones a lo largo de kilómetros. Los dibujos están bien proporcionados, sobre todo si se piensa en sus dimensiones. Estas líneas son testimonio de un gran conocimiento geométrico; se cree que los nazcas pudieron usar cuerdas para no desviarse en el trazo de las cerca de 1.000 rectas (algunas de varios kilómetros de largo) y dibujaron las cerca de 800 figuras animales de las que se tiene conocimiento, entre ellos, figuras de hombres, una araña de más de 80 metros, un mono, colibrí, pelícano, cóndor... Desde tierra, estos diseños pasan desapercibidos. Estas líneas solamente pueden ser observadas en toda su inmensidad desde el aire, al sobrevolar el desierto a doscientos metros de altura, por lo menos.
Es posible que los nazcas sólo quisieran que su obra se viera desde el cielo porque consideraban las alturas el lugar donde está la morada de los dioses, idea que han compartido muchas civilizaciones a lo largo de la historia. A día de hoy, siguen existiendo muchas teorías acerca de esas líneas, pero el motivo por el cual fueron dibujadas, sigue sin esclarecerse.
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O.P: A mi juicio, es todo un enigma. No es tanto el hecho que hayan "dibujado" con matemática precisión unos colosales símbolos representativos de animales (¿horóscopo tal vez?) entre los siglos XII y XVII, si no, ¿para qué? O mejor dicho ¿con qué fin?. Es increíblemente asombroso que una civilización, o parte de ella, sin tener los conocimientos de los que disponemos hoy día, hagan semejante proeza pensada para ser vista únicamente desde el cielo. Dudo mucho que supiesen volar, o que poseyeran algún ingenio para elevarlos a la altura necesaria para supervisar que el dibujo se desarrollaba correctamente. De todos modos, pienso que el motivo sólo lo conocían ellos, y a mi entender, si el escritor suizo von Däniken tuviese razón, estaríamos ante la prueba irrefutable que no estamos solos en el universo (cosa que creo que es lógica y matemáticamente indudable), una idea muy reconfortante, la verdad...