OV-105, es la designación que le da la NASA como vehículo orbital terrestre al transbordador espacial "Endeavour", el último en servicio y actualmente retirado debido a la paralización del programa espacial estadounidense.
Se podría decir que el Endeavour es una maravilla de la ingeniería humana, una máquina con una complejidad asombrosa, capaz de llevarnos desde la superficie de la corteza terrestre hasta el espacio exterior en menos de 8 minutos alcanzando velocidades de 30.000 km/h, sin duda, el mejor de sus cinco hermanos: Challenger y Columbia (perdidos en accidentes), Discovery, Atlantis (que realizó más de 30 viajes al espacio) y Enterprise, siendo este último solo un vehículo de pruebas no orbital que no llegó a sobrepasar altitudes de 10.000 m.
Transbordadores como este han llevado a cabo misiones como la construcción del telescopio espacial "Hubble", el ensamblaje de la Estación Espacial Internacional así como el despliegue de muchos de nuestros satélites artificiales. Todo nuestro avance tecnológico en cuanto a los sistemas GPS, comunicación, meteorología, etc. es gracias a estas naves que poco tienen que envidiar a las de una película de ciencia ficción.
Pero, ¿cómo puede llegar esa cosa al espacio?
El procedimiento de lanzamiento es bastante complicado, ya que, en el momento inicial de su lanzamiento el transbordador espacial estará anclado a tres partes clave para que pueda salir de la atmósfera: los dos cohetes propulsores de propergol que son separados a una altura de 45 km más o menos, y el tanque de combustible externo de hidrógeno líquido (que será separado poco después de traspasar la atmósfera y el transbordador pueda propulsarse con sus propios motores). Estos componentes dan la energía necesaria para propulsar al transbordador hacia las estrellas.
Os dejo con uno de los emotivos lanzamientos del SS Atlantis amenizado por la música de Michel W. Smith, "Freedom".
En mi caso, creo que el invertir en la conquista del espacio es uno de los pasos siguientes hacia el avance tecnológico de la humanidad. Hemos creado estas naves soñadas por viajeros del pasado y olvidadas por los aventureros del presente. Esperemos que los viajeros del futuro se lancen a las redes del espacio y nos desvelen muchos de los misterios que rondan nuestros cerebros.
"En algún sitio algo increíble espera ser descubierto." Carl E. Sagan (1934-1996)
Fuentes:
