Por Víctor Ruíz
En 1905, Albert Einstein publicó la Teoría de la relatividad especial, en la que desarrollaba la equivalencia masa-energía que todos conocemos con la fórmula E=mc² (Energía= masa x velocidad de la luz²). Estudios y experimentos posteriores que demostraron sus formulaciones, le valieron el Premio Nobel de Física y a su nombre y su trabajo un pase a la posteridad. Se convirtió, de éste modo, en el padre de la Física moderna. A día de hoy, pocos son los que no conocen su nombre.
Sin embargo, otro nombre que no se recuerda tanto es el de Nicola Tesla.
Explicar su trabajo y/o su trayectoria daría lugar a varias páginas, pero trataremos de abreviar tan magnánima obra y tan enorme capacidad inventiva, para hacer la lectura más amena. Fue inventor de la radio, de la Corriente Alterna (CA) y la electricidad inalámbrica. Se podría decir que es el responsable de electrificar al mundo. Algunos lo consideran el más importante inventor de la historia, y el padre del Siglo XX (llegó a registrar más de 100 patentes).
Si alguien menciona la "Bobina de Tesla"...¿le suena? Desde luego. Entre todos los inventos que creó a lo largo de su vida, éste llama especialmente la atención. Ésta bobina emite una gran cantidad de electricidad a través del aire, pudiendo activar componentes y mecanismos eléctricos sin necesidad de cableado alguno. Bombillas, rotores y demás funcionan a distancia perfectamente de forma natural, siendo inocuos para el ser humano y el medio ambiente. Tesla, contemporáneo de Thomas A. Edison, y durante un tiempo empleado de éste, ideó una forma de contribuir al bienestar futuro de la humanidad con este sencillo invento, pero a escala descomunal.
Su idea era transmitir mediante esa bobina electricidad a todo el mundo, usando el propio planeta como conductor de la . De ésta forma, se conseguiría energía barata y eficaz al alcance de todos. No era partidario de los combustibles fósiles como el carbón (en aquella época se usaba como forma de producción de energía) o el petróleo, que prácticamente era un descubrimiento reciente. Abogaba por energías limpias tales como la geotérmica, solar o hidráulica "por el bien de las generaciones futuras"; como dijo él mismo. Forjó muchísimas más ideas revolucionarias en su mente de las que aquí puedo plasmar, pero que ayudarían a entender mejor quién fue éste gran hombre.
Desgraciadamente sus proyectos se fueron desmoronando debido a envidias, sabotajes y malas intenciones, y sus ideas fueron eclipsadas por las opiniones que se fijaban más en sus excentricidades que en su talento (rescataba palomas heridas para curarlas, estaba obsesionado con el número 3, llegó a decir que recibía mensajes del espacio exterior...). De esta forma, su nombre, antaño reconocido y vitoreado por haber contribuido a la mejora indiscutible de la sociedad, fue perdiendo su peso hasta caer prácticamente en el anonimato hasta el día de su muerte, en el Hotel New Yorker, Estados Unidos. Posteriormente, el gobierno norteamericano se incautó de sus documentos, para luego descalificarlos y enviar una parte a lo que hoy es el Museo Nicola Tesla, en Serbia, de donde era originario. Nadie sabe qué ocurrió con el resto de ellos.
Personalmente opino que ningún loco tiene el suficiente crédito como para creer todo lo que dice; si se le cree, es que no está tan loco y se le da la suficiente importancia a lo que dice como para censurarlo. Todo lo que quiso fue ayudar a construir un mundo mejor y más fácil para todos, consciente de la capacidad ilimitada que supondría para la humanidad una fuente inagotable de energía barata. He tratado de sintetizar al máximo una idea: tenemos los avances tecnológicos necesarios para disfrutar de energía limpia, barata, prácticamente ilimitada y a nivel mundial, pero obviamente, es difícil resumir la vida de alguien como Nicola Tesla sin caer en la omisión de algunos datos. Invito a todo lector a que averigue lo que pueda sobre sus inventos.
Todo gran hombre o mujer, tendrá siempre grandes enemigos, y normalmente, suele ser la propia incomprensión humana el principal de ellos.
"Que el futuro diga cuál es la verdad, y evalúe a cada uno. El presente es de ellos; el futuro, que es por lo que de verdad trabajo, es mío."
Nicola Tesla.
