Por Keras.
Desde hace milenios, se ha considerado que el corazón
es el órgano más importante, relacionado con el alma, dotado de una
inteligencia superior, pero la llegada de la medicina moderna y los estudios
sobre neurología y cardiología dejaban a este órgano en un segundo plano,
pasando a ser simplemente una bomba que impulsa el flujo sanguíneo.
Ahora se está investigando y los resultados son
sorprendentes, volvemos a remontarnos a épocas anteriores a la medicina moderna
y nos damos cuenta de que el corazón si tiene su propia inteligencia, de hecho
se ha descubierto que tiene un pequeño cerebro con miles de neuronas, transmisores
y proteínas; según estas investigaciones, el corazón está conectado
con el cerebro y es capaz de tomar decisiones, de responder a emociones,
incluso de comunicarse con otros individuos.
La comunicación desde el corazón con su alrededor es
mediante un campo electromagnético, 5.000 veces mas fuerte que el del cerebro,
por lo que un corazón alegre es capaz de transmitir esa alegría a otro corazón,
así como cualquier otro sentimiento.
Hay dos clases de variación en la frecuencia cardíaca,
una es armoniosa y tranquila, es la que responde a emociones o experiencias
positivas, otra es caótica, muy irregular, responde a emociones negativas, si
mantenemos una vida alegre, sana, siendo capaces de proporcionarnos un
bienestar armonioso, podremos vivir más, reduciremos nuestro riesgo de contraer
enfermedades coronarias.
Parece ser también que podemos ver el mundo desde el
corazón, aprender a vivir desde él, esto nos proporcionaría una visión
objetiva verdadera del mundo, ya que el corazón simplemente vive, observa, y
es la mente la que impone su propia percepción, distorsionando la realidad
según el pasado.
Otra de las curiosidades es que se ha comprobado que
en un trasplante de corazón, el paciente adquiere cualidades que antes no
tenía, pero si que eran habituales en el donante, por ejemplo se sabe de un
caso en el que un “tipo duro” después de serle trasplantado el corazón de un
poeta, se volvió bastante sensible y amoroso, además de escribir poesía todos
los días.
Por lo visto, aprender a conocer el mundo desde el
corazón, a verlo desde ahí y estar armonizados con él, es posiblemente uno de
los siguientes pasos que dará la humanidad en su evolución y sin duda alguna,
sería una mejor forma de ver el mundo, mas cercana, mas amorosa, mas compasiva,
mas armoniosa y unida.
También se sabe que gracias a el fuerte campo electromagnético
del corazón, este es capaz de predecir que va a ocurrir en un futuro, al menos
próximo, y envía la información al cerebro, esto es quizás lo que llamamos
intuición.
Para activar esto y poder ver el mundo desde el
corazón, debemos meditar, prestar atención en
el corazón, centrarnos en él, practicarlo, dejarnos llevar por la intuición,
llevar una vida sana, cuidar nuestro campo energético, observar nuestros
pensamientos y emociones sin juzgarlos, reconocer que nuestras reacciones
emocionales se originan en nuestro interior, no en el exterior.
Fuentes:
-Entrevista a Annie Marquier (Matemática e investigadora de la conciencia).
-Documental científico “El corazón, la inteligencia latente”.